sábado, 28 de mayo de 2011

SIN RESPETAR LOS SEMÁFOROS

Por Nelia Catari

Los automóviles de todo tipo transitan de forma constante en las vías de nuestras ciudades, causando mucho tráfico. El número de vehículos particulares y públicos, según un dato publicado por el periódico El Deber en abril de este año, se incrementó entre un 5 a 7%; por ejemplo, el año pasado hubo 14.000 nuevos motorizados en la ciudad de Santa Cruz, sobre todo en el transporte público.

Los semáforos, que están por toda la ciudad, sirven como ayuda para que la circulación de vehículos sea mucho más ordenada y además para que la población de a pie sepa en qué momento tiene la vía libre para cruzar las calles. Desde la escuela enseñan para qué sirve cada color del semáforo y todos y todas deberíamos aplicar la normativa, tanto conductores como peatones.

Desde hace 10 años funciona en la ciudad de La Paz el programa de las cebras para ayudar en la educación vial; poco a poco la gente, mayores y menores, está aprendiendo, claro que, por lo que hemos podido ver, el respeto a las señales de tránsito funcionan sólo si las cebritas o burros, del mismo programa, están presentes.

En muchos casos las reglas de tránsito no se cumplen y las infringen tanto transeúntes como choferes, sobre todo en las calles que no están en el centro. En esas calles, obviamente, no hay control policial y los automóviles pasan de largo cuando hay luz roja, en muchos casos por ganar tiempo o algunos pesos más, pues, por ejemplo, las líneas de minibuses compiten para recoger a más pasajeros en menos tiempo. Estos hechos pueden provocar muchos accidentes; además, para empeorar la situación de riesgo, casi ningún chofer lleva puesto el cinturón de seguridad y esto podemos comprobarlo cuando nos subimos al micro, minibús o taxi de todos los días.

El control que realiza la Unidad Operativa de Tránsito debería ser más serio para lograr que se cumplan las normas. Los y las transeúntes tampoco toman en cuenta estas señales e incluso, debido al constante tráfico, se aglomeran en algunos lugares donde no hay semáforo o esperan a que los conductores les cedan el paso, lo que rara vez sucede, aunque en otros países esta es otra norma que se debe cumplir. La actitud mucha gente, de cruzar las calles por cualquier lugar, es un riesgo que involucra a más personas.

También ocurre que en lugares donde es fundamental la existencia de un semáforo, pues no hay. Los ejemplos más claros de ausencia de semáforos los tenemos en vías donde hay establecimientos educativos, como la avenida Las Américas en Villa Fátima, a la altura del colegio Ave María; ocurre lo mismo en la calle Murillo, donde están varios colegios. Esto implica un peligro para los niños y niñas, ya que hay conductores imprudentes que pueden ocasionar alguna tragedia.

La educación vial depende mucho de la educación que reciben los niños y niñas en sus hogares y en el colegio. Así podrían empezar a respetar las reglas de tránsito desde temprana edad y probablemente esa sea la solución para que el tráfico en nuestras vías no sea un peligro para nadie.

miércoles, 25 de mayo de 2011

ESCOMBROS POR LA CIUDAD

Por Antonia Cuno

Cuando caminamos por nuestra ciudad fácilmente podemos preguntarnos si estamos en construcción o en permanente destrucción, porque por donde vayamos vemos todo revuelto. Las obras son necesarias, aunque casi nunca se toma en cuenta a la ciudadanía para definir cómo se van a realizar. De ahí el descontento de mucha gente, por ejemplo, con la transformación del centro de La Paz que perdió su personalidad.

En nuestra vida particular también son necesarias las refacciones o remodelaciones en nuestras viviendas, y de esos trabajos siempre quedan escombros. Sin embargo, a las y los vecinos les llega una multa si es que dejan sus escombros en espacios públicos. Obviamente la Alcaldía no se pone multas a sí misma y por eso, con total impunidad, vemos que detrás de cada obra municipal quedan los escombros.

En la Avenida Zabaleta, en las inmediaciones del Estado Mayor y debajo de los puentes trillizos se puede observar escombros que están esparcidos por ahí desde hace más de un año. Son restos de construcciones, como ladrillos mezclados con estuco y madera, y piedras cubiertas con cemento. Esos residuos fácilmente podrían trasladarse a otro lado, donde no afecte la imagen de la ciudad ni dificulte la transitabilidad de la ciudadanía.

La avenida Zabaleta conecta a diferentes zonas de la ciudad de La Paz y por eso es bastante transitada por vehículos y peatones. Además, por ahí, los conscriptos son entrenados, seguramente porque el lugar se asemeja a un lugar de combate bombardeado.

Lo mismo pasa con las graderías que conectan Alto Obrajes con Obrajes. El lugar no sólo está lleno de basura, también hay piedras que dificultan el paso y además las gradas se ha convertido en un baño público al aire libre. El nauseabundo olor de este lugar empeora en días de sol, cuando también las moscas inundan el ambiente.

En estas condiciones, las y los estudiantes del Instituto Normal Simón Bolívar y de la Universidad Los Andes, así como la gente que vive por las zonas aledañas tiene que utilizar las graderías. Desde hace cinco años, cuando pasé por ahí, parece que nadie se ha preocupado por este problema que incluso es de salud pública.

Sin ir tan lejos, en la gradería de la avenida 6 de Agosto y Guachalla, que conecta con la avenida Arce, hace más de dos años la Alcaldía realizó unas refacciones. El yute de plástico con el que cubrieron el lugar sigue ahí, está hecho jirones y como parece basura, pues alguna gente ha comenzado a tirar su propia basura en el terreno que colinda con la Universidad Técnica.

Si la Alcaldía es la responsable de cuidar que los escombros de la gente no estorben el paso ni afeen la ciudad, entonces ¿quién tendría que controlar que la Alcaldía recoja sus escombros? Para exigir el cumplimiento de las normas, la Alcaldía debería ser la primera en cumplir.

lunes, 23 de mayo de 2011

27 DE MAYO, DÍA DE LA MADRE

Por Martha Huallpa

El 27 de mayo es el día de la Madre. Ésta es una fecha que se celebra en diferentes pueblos y ciudades de Bolivia, recordando que en 1812, un grupo de mujeres luchó en la colina de la Coronilla en Cochabamba, para defender la patria de los españoles y así conseguir que el pueblo sea libre.

En muchos colegios esta fecha es recordada y festejada como si fuera un día patrio. Por ejemplo, en mi pueblo, en el colegio, cada 27 de mayo festejábamos a nuestras mamás; cada curso se dedicaba a cocinar por las mañanas, para que a mediodía las mamás disfruten del almuerzo en nuestra compañía y no sólo eso, sino que también bailábamos con ellas y algunos compañeros les obsequiaban un regalo sencillo, como una bolsa de galletas o dulces.

Las y los profesores nos enseñaban poesías en aymara, que hablan sobre las mujeres valerosas que el 27 de mayo de 1812 lucharon por nuestra libertad e independencia.

En la ciudad, ese día, las y los estudiantes llevan a sus madres a sus escuelas y, durante un par de horas, les brindan algunas tiernas canciones, poesías y bailan para ellas danzas típicas de Bolivia y otros que se han puesto de moda, todo con mucha alegría.

Mientras, en las calles, cerca de los mercados, en pleno centro de la ciudad y en los centros educativos, abundan los puestos de venta de flores, tarjetas de felicitaciones y algunos regalitos que se puede adquirir a bajo costo.

Para mí es un día de homenaje a las mamás por el sacrificio que hacen por sus hijos, por demostrarles cariño, por darles alimentación, por vestirlos y, más que todo, por entregarles sus vidas.

Pero un día de celebración no basta para demostrar el agradecimiento que deberíamos tenerle a nuestras mamás, pues en la mayoría de los casos, las mamás dejan su vida en segundo plano y ponen antes el bienestar de sus hijos e hijas, incluso pasando sobre su propia persona. Claro que las madres que no lo hagan, no deben sentirse culpables, pues antes de ser madres somos mujeres y deben respetarnos como tales.

Yo trato de que mi mamá se sienta lo mejor posible en esta fecha. Por mi trabajo no la puedo visitar tan seguido como quisiera, ya que ella está en Santiago de Llallagua, y seguro que otras emigrantes del campo tampoco pueden hacerlo, ya que nos hemos visto obligadas a venir a trabajar a la ciudad.

Debemos disfrutar de la compañía de nuestras mamás mientras estén con nosotras. El amor y las muestras de gratitud no sólo deberían ser para una fecha, sino todo el tiempo, pues ellas nos dan amor toda su vida.

martes, 17 de mayo de 2011

TRÁMITES EN DÓLARES EN LA CANCILLERÍA

Por Victoria Mamani

En los últimos años, el Banco Central de Bolivia ha estado haciendo muchos esfuerzos para bolivianizar la economía, es decir para que la moneda nacional, el boliviano, sea más fuerte que el dólar.

Hacer esto cuesta mucho, porque las devaluaciones de los años 80 han provocado tanta desconfianza en la moneda nacional que 30 años todavía no bastan para superar el trauma.

A través de diferentes medidas, se ha incentivado el uso de la moneda nacional para diferentes operaciones. Por ejemplo, los intereses bancarios para los ahorros en bolivianos son más altos que para los ahorros en dólares; también los intereses para préstamos en bolivianos son más bajos que para los créditos en dólares.

A pesar de todo esto, el dólar sigue siendo la medida de valor del boliviano. Por eso algunos valores e impuestos están fijados en dólares. Por ejemplo, para viajar al exterior, tenemos que pagar 25 dólares de tasa de aeropuerto; 20 dólares se van directamente a la recaudación de la administradora de aeropuertos, Sabsa, y 5 dólares a la Dirección de Aeronáutica Civil; pero es posible pagar en bolivianos en el mismo aeropuerto.

En cambio, en la Cancillería del Estado Plurinacional es imposible pagar en bolivianos cualquier trámite cuyos valores estén calculados en dólares. Por ejemplo, el viernes 6 de mayo, un ciudadano francés estaba realizando la legalización de un documento y del monto en dólares que pagó le rechazaron un billete de un dólar porque tenía una pequeñísima rotura en el borde. Él quiso pagar en bolivianos, siete bolivianos por ese dólar, pero no le aceptaron y más bien le dieron la dirección de una casa de cambios para que compre ¡¡¡un dólar!!! y así poder pagar el trámite.

Otra persona que debía pagar valores calculados en dólares llevó el dinero en bolivianos. Tampoco le permitieron hacer el pago en moneda nacional con el argumento de que la Cancillería tiene una cuenta en dólares en el Banco Central de Bolivia donde depositan la recaudación. Más bien le dieron una hoja para que anote el número de serie de cada billete en dólares con los que iba a pagar su trámite.

Los trámites que se pagan en dólares son los que tienen que realizar las y los extranjeros, en quienes, con mayor razón, se debería incentivar el uso de la moneda nacional. Con seguridad, las y los bolivianos que radican fuera del país, no pueden usar bolivianos para pagar sus trámites incluso en las mismas embajadas y consulados de Bolivia.

Este es pues otro de los absurdos de la descolonización tan pregonada por el Estado Plurinacional y una contradicción con las medidas que promueve el Banco Central de Bolivia, porque por un lado nos hablan de la soberanía de nuestra moneda, pero por otro nos cobran en dólares. Así ¿cómo discutir con el dueño de casa que quiere cobrar el alquiler en dólares, cuando nuestros sueldos son en bolivianos? Coherencia es lo que debería haber en el país y, en este caso, en la Cancillería.

lunes, 16 de mayo de 2011

LOS LIBROS

Por Martha Huallpa

Los libros son muy importantes para todas las personas. Leyendo aprendemos palabras y con ellas podemos crear otras historias. Un libro no sólo son unas hojas escritas y dos tapas que las cubren; en esas hojas están los sentimientos y los pensamientos de unas personas que pueden ser interpretados por cada lector y lectora de diversas maneras, según su forma de ver la vida. Así encontramos lecturas que nos gustan o no, pues de alguna manera nos identificamos con ellas.

Cuando somos pequeñas nos enseñan a leer, pero no somos conscientes del regalo que nos están haciendo, de lo maravilloso que es saber leer y de lo que puede llegar a significar en nuestras vidas. Pero con el tiempo, cada uno de nosotros y nosotras nos damos cuenta de lo que hemos cultivado desde que empezamos a leer.

Un libro nos permite conocer diferentes maneras de vivir, de estar en muchas partes a la vez y de salirse un momento de lo que nos rodea. Esto nos puede llevar a experimentar incluso felicidad y eso sólo teniendo un libro en las manos.

En nuestro país, el número de personas que leen no es tan elevado como en otros lugares; pero las personas que practican la lectura día a día saben lo importante que es. En una época en que no había televisión ni Play Station, se leía más, aunque el costo de los libros siempre ha sido un impedimento. Ahora que tenemos más posibilidades de leer, incluso con internet, es importante que inculquemos en los niños y niñas el placer de la lectura.

Mucha gente habla de la desaparición de los libros por la existencia de nuevas tecnologías como el internet. Yo espero, sin embargo, que los libros no desaparezcan, porque es un gusto especial tener un libro entre las manos y hojearlo e incluso olerlo.

Ojala que la buena costumbre de leer nazca en todos y todas, y que no sólo lo hagamos por obligación, para pasar algún examen o aprobar alguna exposición, si estamos en la universidad o en el colegio. Tenemos que leer porque así tendremos mayor conocimiento del mundo que nos rodea, seremos más sabias y podremos contagiar esto a otra gente.

jueves, 12 de mayo de 2011

FESTEJOS INNECESARIOS

Por Yola Mamani

Nuestro país tiene muchas necesidades que el gobierno no satisface hasta ahora, a pesar de todas las promesas que hizo. Una de las principales necesidades es el empleo, en especial para las mujeres. También necesitamos salud y educación, por que, poco o nada se piensa en las mujeres por eso, hasta ahora las niñas no son prioridad para la educación, sobre todo en el campo.
Pero en lugar de esto, el gobierno está más interesado en organizar fiestas, que terminan siendo de propaganda para las autoridades. Las y los funcionarios públicos tienen la obligación de asistir porque si no les descuentan de sus sueldos como si fuera una falta al trabajo. Así es posible llenar, por ejemplo, el estadio.

Hoy día quiero referirme a dos supuestos festejos innecesarios y contradictorios. El primero fue ese gran festejo de conciencia marítima, como decían, para reforzar el pedido de una salida soberana al mar. La fiesta se realizó en el estadio Hernando Siles; las autoridades dieron un montón de discursos, algunos atinados y otros incoherentes y falsos, como suelen ser los discursos de propaganda.

No termino de entender por qué el gobierno, si se ha propuesto lograr una salida soberana, no organiza un gran equipo de personas, profesionales y no profesionales, que puedan diseñar una buena estrategia para plantear una propuesta a Chile. Reunir a tanta gente, que además fue obligada, con el pretexto de generar conciencia marítima me parece tan inútil, porque a todas y a todos nos hacen soñar con recuperar el mar desde que estamos en la escuela. Desde que tengo memoria, estoy consciente sobre nuestra pérdida marítima. De eso se encargaron los y las profesoras de la escuela y del colegio, que nos decían que habíamos perdido el mar por andar haciendo fiesta. Recordemos que el 14 de febrero de 1879, cuando Chile invadió Bolivia, el Ejército estaba carnavaleando, y ahora seguimos haciendo fiesta.

En la escuela siempre me decían que debíamos recuperar el mar; cada 23 de marzo nos hacían desfilar, recitar poemas y nos hacían cantar el himno al mar. De mayores, cuando trabajamos en alguna institución estatal debemos ir a desfilar obligatoriamente, aunque estemos cansadas de tanto trabajar. ¿Acaso todo eso no es conciencia marítima y deseo de recuperar el mar? No es necesario hacer tanto show para demostrar nuestro deseo de recuperar el mar, Chile, Perú y el mundo entero saben que ese es un pedido histórico de todos los bolivianos y bolivianas.

El otro festejo organizado por el gobierno fue el matrimonio colectivo aymara. ¿Qué pensará la Ministra de Culturas o será que no piensa? La Ministra de Culturas decía que era feminista, entonces cómo puede ser que nos impongan el matrimonio a las mujeres, sabiendo que es una institución patriarcal que somete a las mujeres. Recordemos también que este acto fue organizado por la Unidad de Despatriarcalización que depende del Vice ministerio de Descolonización, que a su vez depende del Ministerio de Culturas. Que tal si yo, chola, no me quiero casar y quiero estar sola para toda la vida ¿acaso no tengo derecho? Pero como desde el gobierno se organizan los matrimonios masivos yo puedo ser mal vista y condenada por no querer casarme. Yo siento que esto es una imposición. Si es que no es voluntad propia casarte, el Estado Plurinacional te casa, así más o menos yo lo entiendo.

Con este matrimonio masivo les han impuesto dueño a 355 mujeres que hasta antes de esta ceremonia podían llevar su apellido nomás, ahora tienen que llevar el de su marido. ¿Acaso en el Vice ministerio de Descolonización no saben que la Iglesia es una institución colonizadora que siempre ha promovido el matrimonio y que esa figura está en nuestras leyes? ¿No saben que hasta ahora en el matrimonio hay un jefe de familia que es el padre al que hay que atender, cuidar y aguantar?

¿Por qué en lugar de organizar una fiesta sin sentido, la Unidad de Despatriarcalización no está detrás de los padres irresponsables que no pasan pensiones a sus hijos e hijas? ¿Por qué no están detrás de los hombres violentos que golpean a las mujeres? ¿Por qué no están detrás de los violadores y de los acosadores sexuales que no nos dejan trabajar ni estudiar tranquilas a las mujeres? ¿Acaso eso no es más importante que un espectáculo?

¿Por qué en lugar de prometer casa a las parejas recién casadas, las trabajadoras del hogar, por ejemplo, muchas de las cuales tienen hijos e hijas que crían solas, no tenemos facilidades para tener solas nuestra casa propia? ¿Por qué hasta ahora no tenemos un seguro de salud?

En nuestro país hay tanto que hacer y mucho en qué invertir ¿cuánta inversión de tiempo, dinero y recursos humanos se habrá hecho para estos dos festejos inútiles? Me pregunto ¿cuánto se habrá despilfarrado?, mientras que tenemos tantos niños, niñas, adolescentes y personas ancianas pidiendo limosna en las calles y que no tienen un techo para dormir. Seguramente que lo próximo que hará la Ministra de Culturas es insistir para que la Miss Universo se realice en Bolivia, como quería el presidente Evo Morales.

Al ver todo esto siento mucha rabia, pues creo que nuestras autoridades no están viendo más allá de sus intereses político, tratando de llamar la atención, haciendo cosas que no solucionan los problemas de fondo que existen en nuestro país.

A mí un matrimonio indígena, católico o evangélico no me soluciona mis problemas económicos ni laborales. Estos espectáculos políticos sólo sirven para despilfarrar dinero y esfuerzos, mientras que las y los pobres seguimos empobreciéndonos más en el Estado Plurinacional.

martes, 10 de mayo de 2011

EL ALCOHOL UNA MALA INVERSIÓN

Por Adela Gómez

El objetivo del aumento salarial es mejorar las condiciones de vida de las y los trabajadores, aunque ese incremento sea ridículo en comparación con el alza de precios. En el caso del sector público el aumento salarial dispuesto por el gobierno fue del 10% y se elevó en un punto más con la huelga de la Central Obrera Bolivia, pero sólo favorecerá a salud, educación, militares y policías. Con porcentajes mucho más altos y diferenciados se han favorecido las y los trabajadores de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos. En el sector privado el incremento está condicionado a la buena voluntad de los empresarios.

Hay personas desempleadas que ofrecen su trabajo a bajo costo, esto por la necesidad de empleo; sólo el trabajo de algunos sectores es reconocido y bien pagado por las empresas, otros, en cambio, son menospreciados y las y los trabajadores ganan un salario ínfimo.

Mucha gente vive al día con lo que puede recaudar en sus pequeños negocios ambulantes; para esta gente no hay ningún tipo de aumento y deben trabajar mucho más si quieren sostener a sus familias. La mayoría de la población boliviana, al menos el 70 por ciento, vive del comercio informal y siente mucho más la subida de precios de los productos de la canasta familiar que es bastante alta.

En este escenario que es muy desfavorable para la población hay un aspecto que muy perjudicial.

Me refiero al malgasto de los reducidos ingresos en las bebidas alcohólicas cuyo precio también subió. Algunas mujeres lo hacen, pero en su mayoría son hombres quienes toman; son muy pocas las reuniones de hombres, de cualquier clase social, donde no haya trago. Para gastar en alcohol cualquier pretexto es bueno, ya sea fiestas patronales, eventos deportivos, cualquier cosa. Lo importante es pasar un buen momento con unas copas encima; poco o nada les importa su familia. Para alimentar a sus hijos e hijas siempre dicen que ganan poco; sin embargo, cuando se trata de beber consiguen dinero de donde sea, si es que no lo tienen en ese instante. Eso afecta económicamente a las familias, porque el dinero ya no alcanza para la alimentación. Por esta razón, las familias se ven obligadas a privarse de muchas cosas y a no satisfacer las necesidades básicas de los niños y niñas.

La mayoría de los hombres no piensan en que sus salarios tienen que sustentar a sus familias; algunos son menos irresponsables que otros, pero todos aprovechan el momento que se presenta para farrear. Así, la responsabilidad de alimentar a los hijos e hijas recae sobre las mujeres, que igual tienen que hacer alcanzar el dinero al menos para las cosas esenciales. Las mujeres que trabajan por un salario, por lo general no disponen de ese dinero para sus propios gustos.

¿Será que este problema tiene solución? ¿Cómo se puede cambiar la mala costumbre de nuestra sociedad? ¿Cómo se puede lograr que esos hombres irresponsables tengan conciencia y que pongan en primer lugar a sus hijos e hijas?

Los bolivianos y bolivianas necesitamos tomar conciencia frente a la situación económica que estamos atravesando. Deberíamos cambiar para mejor, tomando en serio nuestras responsabilidades. Si bien es bueno disfrutar de los momentos de fiesta y distracción, también hay que aprender a priorizar, en el caso de los padres, por ejemplo, la educación de los hijos e hijas. Nuestra sociedad está habituada a exagerar en el consumo de bebidas alcohólicas, sin pensar en el daño que causan a la salud, a la economía y al mismo entorno familiar. Tratemos de dar el ejemplo a las futuras generaciones y además tratemos de convertir la visión de nuestra cultura mostrada al mundo entero, como una cultura sana.

lunes, 9 de mayo de 2011

LA LUCHA POR LOS DERECHOS LABORALES

Por: Nelia Catari

El primero de mayo de 1886, obreros de la ciudad de Chicago en Estados Unidos organizaron una huelga para hacer respetar los derechos de las trabajadoras y trabajadores. Las reivindicaciones básicas de los trabajadores eran las ocho horas de jornada laboral, porque trabajaban más de 18 horas sin beneficio alguno. Para lograr sus objetivos la protesta fue muy dura, fueron gasificados y también golpeados, y en esta lucha estuvieron presentes también las mujeres. Y entre todas y todos lo consiguieron.

Ahora cada primero de mayo es una fecha simbólica, en la que se pretende mostrar la fuerza y la unidad del sindicalismo. En Bolivia esta fecha fue ratificada y comenzó a celebrarse en 1906, como muestra de la identidad de la clase trabajadora del país. La historia nos dice que los primeros en festejar fueron artesanos y floristas, luego se sumó la clase obrera.

Cada primero de mayo es un día de descando para los trabajadores, pues es un día de feriado. Pero sólo para las y los trabajadores asalariados, porque hay muchísima gente en nuestro país que no tiene feriado ni ninguno de los otros beneficios laborales conquistados con la lucha. Por ejemplo, las condiciones laborales de las trabajadoras asalariadas del hogar siguen siendo precarias, incluso teniendo nuestra propia ley.

La mayoría de nuestros empleadores, en cambio, gozan de esas conquistas laborales, pero muchos y muchas no niegan el día de descanso, como si ni lo supieran. Por otro lado, los porcentajes de incremento salarial, benefician sólo a una parte del sector público y en el sector privado hay que negociar. Pero qué pasa, por ejemplo con las trabajadoras del hogar que seguimos ganando 400 o 600 bolivianos como en Potosí y Oruro; en La Paz hay pocos casos de salarios que están por los 700 y 800. Y encima ni la misma Central Obrera Boliviana nos menciona. Sus protestas no son por nosotras.

Pero los de la COB nos convocan para que estemos en los desfiles y marchas, y llegado el momento no nos corresponde ninguno de los beneficios que reciben. En muchos casos ni nuestros niños y niñas acceden a estos beneficios, ahí se ve la discriminación hacia nosotras. El gobierno habla de igualdad de oportunidades, pero no genera fuentes de empleo digno.

Queremos fuentes de trabajo, queremos organizarnos para luchar por nuestros derechos y no para desfilar ni marchar, ni para que seamos la escalera de dirigentes que se preocupan sólo por sus intereses.